
METODOLOGÍA DE TRABAJO Y SESIONES
Cada caso en único. No hay recetas que funcionen para todos. Lo importante es tener una caja de herramientas con recursos variables y adaptables que podamos ir turnando y modificando según las necesidades de cada momento.
Por eso mi rol como consultora de conducta es acompañar y guiar a las familias mulitiespecie, brindándoles los recursos y herramientas para que:
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Puedan conocer a su perro (o perros) en sus características individuales y entender porqué hace lo que hace. Esto incluye predisposiciones genéticas, experiencias de vida, historial de aprendizaje, personalidad, estilo social, herramientas de comunicación, etc. No se puede cambiar el comportamiento sin antes comprenderlo.
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Puedan educar a su/s perro/s y ayudarlo a navegar las situaciones en las que tiene dificultad (y donde generalmente se expresan los problemas de conducta). Es muy importante entender que el comportamiento es dependiente del contexto: se debe aprender en el ambiente donde se van a aplicar las conductas (en este caso, la familia). Por eso los únicos abordajes que funcionan a largo plazo son los que empoderan a las personas a educar y gestionar las situaciones ellos mismos.
Yo no puedo educar a su perro por ustedes, pero lo que sí puedo hacer es brindarles los conocimientos, las técnicas, los criterios y la planificación para hacerlos ustedes mismos, mientras que los acompaño y los guío en este proceso.
¿CÓMO ES EL ABORDAJE?
Las sesiones pueden ser de modalidad presencial en la mayoría de las zonas de Montevideo y Canelones, u online desde cualquier otra parte del mundo.
No hay frecuencia ni número de sesiones predeterminado. Porque eso va a depender de muchísimos factores relacionados con la familia humano-canina.
Siempre comenzamos con una SESIÓN INICIAL, de aproximadamente 1 hora y media de duración donde los objetivos son:
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Diagnosticar la situación con la mayor precisión posible. Esto es lo más difícil de todo, porque una misma conducta puede tener varias causas distintas, y si abordamos el problema asumiendo que es por una cosa y en realidad es por otra, podemos empeorar mucho la situación. Esto lo hacemos charlando entre los humanos y conociendo al perro (su temperamento, preferencias, posible respuesta a técnicas, etc) mediante interacción y presentándole una variedad de actividades.
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Determinar y probar técnicas y ejercicios que va a implementar la familia, para ver la respuesta de todos los involucrados.
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Dejarles lineamientos y tareas que la familia va a tener que implementar y probar para construir los cimientos en los cuales se va a basar el proceso.
En el caso de que sea presencial (ideal), esta sesión es en la casa donde vive el perro y lo ideal es que estén presentes todas las personas que son activos e la convivencia con el/ella. Cuanto más consistente la implementación de las pautas en el ambiente, más fácil y rápido será el proceso para todos los involucrados (perros y humanos).
Si la sesión es online, mucho de la recopilación de información lo hacemos previo al encuentro mediante fotos, videos o audios, para entender los individuos, lugares y situaciones con que vamos a trabajar.
Luego de este primero encuentro, vamos a determinar el grado de apoyo que la familia quiere y necesita. Yo voy a estar disponible para ustedes para cualquier duda o consulta que surja, y vamos a ir viendo qué habilidades y recursos han podido incorporar (y construir a partir de ahi) y cuáles no (para probar diferentes estrategias para hacerlo). En base a eso vamos a ir coordinando el encuentro siguiente.
Recomendamos cómo mínimo dos sesiones: la primer sesión diagnóstica (descrita arriba) y una segunda sesión de seguimiento para evaluar la respuesta a las pautas brindadas y profundización de la intervención.
Las sesiones de seguimiento tienen una duración y un costo menor a la primera.
Si querés más información o te interesa agendar una sesión, escribime al (+598) 092038174
Vero Ventura.-